Política Nacional. Coalición de Centro Democrático (CCD)
Coalición de Centro Democrático (CCD) denuncia y rechaza la decisión del ejecutivo que afecta de manera decisiva a la capacidad económica de los consumidores.
La distribución del coste del consumo de la electricidad en franjas horarias, con las que el Ejecutivo pretende convencer a la ciudadanía de que va a abaratar la factura de la luz, no es más que una simple y burda engañifa, a la par que lamentable estrategia que pone de relieve el desprecio que siente por el sentido común y talento de la población.
Pretender convencer del resultado positivo de su propuesta – será más barato si consumes de madrugada –, es ignorar – cosa grave- o despreciar –cosa aún peor -, que la dinámica diaria de los hogares patrios es diurna, por lo que resulta una ineficaz – cuando no una hipócrita – propuesta, especialmente para los más vulnerables.
A ello, hay que unir que el impuesto que grava el recibo de la luz (21%) es de los más altos de la Unión Europea.
Hay que denunciar la permanente falta de visión de Estado del partido en el gobierno, y su nula visión progresista y social de la organización de la vida colectiva del país.
Entre otras cosas, desoye las peticiones dirigidas a que se aplique un tipo del 10% o más bajo en línea con otros países vecinos de la Unión Europea, o las de los autónomos, pieza fundamental en nuestra generación de riqueza y empleo, relativas a la necesidad de modificar los gravámenes incluidos en el recibo para conseguir un abaratamiento factible y real, quienes censuran que los precios de la electricidad son ahora un 44% más caros que el año pasado.
Como colofón, esta carencia absoluta de política progresista y social se proyecta hostigando aún más si cabe a la ciudadanía, sobrecargándola con el mantenimiento de los acomodados en puertas giratorias, cuyo costo solo en empresas de tamaño medio asciende a 3.921.000 euros/año (35 cargos con un sueldo medio de 112.028 €/año) que satisface el contribuyente, siendo, además, de un costo muy superior el que supone el mantenimiento de amiguetes en empresas con Enagas, Iberdrola, Telefónica, Abengoa, etc.
Este Gobierno predica pero no practica.
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