Comunicado. Coalición de Centro Democrático
40 años han pasado desde que los blindados de la División Maestrazgo circularan por el Paseo de la Alameda y la Plaza de Tetuán, para situarse ante el edificio de la Capitanía General de Valencia.
En dicha ubicación, una trama todavía pendiente de desvelar, protagonizó una impaciente modalidad del siniestro complot que se venía urdiendo. Una intriga dirigida a acabar con la joven democracia que, de la mano de Adolfo Suárez, estaba garantizando terminar con los rencores de la guerra y preservar la pacífica convivencia nacional.
Gracias a la decidida y serena actuación de la Monarquía, que situó a las Fuerzas Armadas del lado de la defensa del orden constitucional, se desbarató brillantemente la intentona levantisca.
Otra vez más en la historia de España, el modelo de la ley de la fuerza se ofrecía como respuesta salvadora por quienes no aceptan la sociedad en la que conviven, ni están dispuestos a tolerar el protagonismo de los demás.
CCD proclama que solo una sociedad tolerante, que comparte las buenas formas, que cultiva la ayuda mutua y la cooperación, que es respetuosa de los valores democráticos, puede prosperar en armonía.
Por eso no se entiende el proceder de las formaciones políticas PNV, ERC, CUP, Compromís, Bildu, JxCAT y BNG, y su falta de reconocimiento al comportamiento del Estado rehuyendo su asistencia al acto del Congreso, cuando aquella actuación constituyó una valiente defensa de su derecho a la representación y presencia política, evitando la más que probables consecuencias que les hubieran afectadas en caso de haber prosperado el golpe.
Las mejores armas que poseen las sociedades frente a las tendencias intolerantes son la concordia –que permite el acercamiento sereno entre los individuos-, el consenso – que permite la participación ecuánime de todas las posturas- y el diálogo -que abre la comunicación de las posiciones-.
La fórmula da fuerza y fe en la democracia, integrando a todos los componentes, y bloquea la tendencia a la violencia de los opresores y los antisistema.
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